La ficción cristiana: ¿una cuestión de género?

Con el aumento de los géneros de ficción, muchos se preguntan si debería haber un tipo específico de escritura para los cristianos es decir una ficción cristiana. ¿Pero es esta realmente la pregunta que hay que hacer?  En este artículo os presento el problema de la novela cristiana de hoy.

¿Es la ficción cristiana un género?

La ficción cristiana en sí misma causa mucha controversia en el sentido de que algunas personas piensan que aísla y separa al cristiano del mundo. Por mi parte, me gusta mucho el pensamiento de C.S. Lewis que dice: “El mundo no necesita más literatura cristiana. Lo que necesita es más cristianos que escriban buena literatura”. Estoy totalmente de acuerdo con él; cada día se publican cientos de novelas en el mundo y aunque en el mundo hispano el género cristiano es muy tímido, no está tan depreciado entre anglosajones e hispanos, al contrario, incluso tiene una proporción muy alta.

Sin embargo, algunos cristianos piensan de manera diferente y dicen que la ficción cristiana aísla al cristiano en otro mundo. Por mi parte, libros como La obra maestra de Francine Rivers o incluso Dios no está muerto de Rice Brooks no nos alejan del mundo, al contrario, nos animan más como cristianos a ir y enfrentarnos al mundo. Lejos de ser una separación, es una preparación e incluso un desafío para poner en práctica nuestra fe a diario. Tampoco debemos olvidar que no somos del mundo, pero vivimos en el mundo, por lo que es imposible aislarse o huir.

¿Debería existir un género llamado ficción cristiana?

El género cristiano debería o no existir, para mí esa no es la cuestión. Sin embargo, para tener buena literatura, buena ficción que lejos de hacernos retroceder nos lleva a perseverar, que ayuda al vacilante a impulsar su fe o a descubrir más de la bondad de Dios, y por qué no ayudar a un incrédulo a experimentar la salvación, todo ello de buen humor con una excelente historia.

Necesitamos este tipo de historias, historias que presentan la vida de un cristiano. Estas historias pueden no ser de interés para los laicos, está bien, pero eso tampoco es un problema. Lejos de querer caer en clichés, está claro que no todos tienen el mismo gusto por la ficción, algunos se aferran a las novelas que son simplemente de buena moralidad y otros querrán un poco más. No hay nada de que sentirse culpable porque eso no significa que la ficción cristiana no sea objetivamente excelente o recomendable. Como dije, todo depende.

La ficción cristiana es un género que nos transforma

Siempre he apreciado la buena ficción, cuando me convertí en cristiano no sabía que la ficción cristiana existía. Esto había reducido considerablemente mis opciones de lectura; ya que solía leer todo lo que podía conseguir, y me refiero a todo. Cuando descubrí totalmente por casualidad que existe un amplio mundo de novelas cristianas me quedé fuertemente marcada, aunque todo lo que encontré como novela estaba en inglés, me dio la motivación necesaria para aprender el idioma. Y así aprendí rápidamente. Si la ficción explora lo que es vivir como un ser humano en general, la ficción cristiana explora lo que es vivir como un cristiano en general. Todos necesitamos literatura que nos desafíe y nos equipe. Si el mundo no necesita la ficción cristiana, los cristianos la necesitan más que nosotros. Hay algunas historias muy hermosas que desafían a los cristianos y los hacen superarse en su vida cotidiana. Así que lee buena ficción cristiana, y si puedes escribirla también, e incluso si al mundo no le importa, aún así marcarás la diferencia. Porque la creatividad es nos empuja a innovar, y la innovación es progreso.

Los géneros de novela cristiana

La ficción cristiana, al igual que la ficción en general, incluye una gama muy amplia de géneros: fantasía, ciencia ficción, westerns, romance, ficción histórica, thrillers y suspenso, e incluso novelas sobrenaturales (¡sí!).

Ejemplos de ello son las novelas históricas de las “Praderas” de autores como Janette Oke con la serie El amor llega suavemente (Love comes softly,1979) o la serie de 1983 Cuando habla el corazón (When calls the heart); novelas que se desarrollan en tiempos bíblicos o historias de la Biblia como Un eco en las tinieblas (2018) o La marca del león de Francine Rivers (sus novelas se siguen reimprimiendo hasta hoy) y La alianza de Sión de Brock y Bodie Thoene; novelas de pastores como las de Phillip Gulley y Jan Karon; novelas históricas de Julie Klassen; o El Amor redentor de Francine Rivers (1991) o los thrillers políticos de Joel Rosenberg.

Las novelas amish también son muy populares hoy en día, especialmente en el mundo anglosajón. Beverly Lewis, la pionera de esta categoría, comenzó con The Shunning en 1997.  La ficción contemporánea ya está muy desarrollada – tomaré el ejemplo de autores como Karen Kingsbury (La familia Baxter), Chris Fabry, Jerry B. Jenkins, Carla Laureano, Lisa Wingate. Hoy en día hay más de cien autores que escriben sobre una variedad de temas y sobre la gente común mientras presentan la vida cristiana en el mundo moderno. Le aconsejo que lea al menos un libro por categoría para tener una idea del tema y encontrar su propia preferencia. Por mi parte, las historias modernas de Francine Rivers como La obra maestra o El último devorador de pecado son mis favoritas. Lo recomiendo especialmente.

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